Christian Rivera
Ciudad Victoria, Tamaulipas. – Tamaulipas se ha posicionado como uno de los estados con más reclutamientos de niños y adolescentes por el crimen organizado en el país, por encima de Guerrero, Oaxaca, Estado de México, Coahuila, y Nuevo León, revela un informe de la organización civil Reinserta.
La ONG que se dedica a buscar protección y atención para niñas, niños y adolescentes que tienen contacto con la violencia en México, publicó un informe en el que dibuja la vulnerabilidad de los menores bajo el acecho de la delincuencia organizada.
De las siete entidades federativas donde se realizó el levantamiento de información, Tamaulipas fue el que más casos de niños reclutados por la delincuencia registró, con 13 expedientes. Le siguen Coahuila y Estado de México con 12 respectivamente; Nuevo León y Guerrero con siete cada uno, Guerrero con seis y Quintana Roo.
Personal de Reinserta se entrevistó durante diciembre de 2020 y febrero de 2021 con adolescentes en internamiento en Tamaulipas originarios de Ciudad Victoria, Ciudad Mante, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, y San Fernando.
Se encontró que la mayoría de los niños son reclutados por amistades y conocidos que los invitan a participar en actividades ilegales a cambio de dinero. Siendo la necesidad de dinero la principal razón para enlistarse, más allá que por el placer y goce: “Pues mi mamá nunca andaba en la casa y mis hermanos pues siempre tenían hambre y luego por eso me metí a trabajar”, relata Ernesto.
El dinero que ganan los niños en las actividades dentro del crimen organizado lo utilizan para aportar a sus casas y ayudar a la subsistencia de sus familiares, donde principalmente las cabezas de la casa son la propia madre y abuela.
Reinserta detalla que “en Tamaulipas, los narcotraficantes reclutan a niñas, niños y adolescentes que se encuentran en situación de calle o viven en pobreza y los entrenan para ser sicarios a cambio de 500 dólares al mes y un poco de droga”.
Sin embargo, Tamaulipas es la entidad que reporta menor ingreso inicial en niños reclutados, seguido de Coahuila y Nuevo León, donde se reporta mayor suma para las actividades más sencillas.
NIÑOS ADIESTRADOS PARA MATAR
La ONG encontró que las cédulas delictivas invierten dinero para adiestrar a los niños que se suman a sus filas, ya que se registran enfrentamientos continuos entre grupos contrarios o con las mismas autoridades del Estado y la Federación.
El tiempo promedio de entrenamiento en Tamaulipas es de tres meses, oscilando entre los 15 días y los 6 meses, según los resultados obtenidos en las entrevistas con los niños detenidos por actividades relacionadas con la DO.
“Los lugares que se utilizan para impartir el adiestramiento son el monte y la sierra, lugares alejados donde los grupos de entrenamiento no pueden ser ubicados fácilmente por autoridades y donde las condiciones son lo suficientemente duras para que las y los adiestrados aprendan a sobrevivir”.
Agrega que “lo relativo a quién o quiénes imparten la preparación, en Tamaulipas y Coahuila los encargados son exmilitares y exmarines, personas que formaron parte de cuerpos de seguridad y que decidieron enrolarse en las filas del crimen por tener mejores condiciones salariales”.
Sin embargo, una vez que cumplen su condena en por diversos delitos, hay muchos que continúan con nexos desde los penales, y se reincorporan a las filas una vez recuperando su libertad: “La entidad en la que más se registra la continuación de la relación con la delincuencia organizada aun dentro del centro es Tamaulipas.
De las entidades de la zona norte, Tamaulipas es donde la edad promedio de inicio de consumo de drogas en niños es más temprano. La droga de inicio en todos los casos es la marihuana, la cual da paso al consumo de sustancias más agresivas y adictivas: drogas duras como cocaína, crack o cristal.
«HAY NIÑOS DE 10 AÑOS PIDIENDO ENTRAR COMO SICARIOS”
Braulio, originario de Ciudad Victoria, muestra una película violenta de cómo es trabajar para el crimen en Tamaulipas, y la necesidad de dinero, así como el deseo de niños para enlistarse en operaciones delictivas.
“Siempre estuve en contacto con la delincuencia; mis primos, o vendían droga, o eran sicarios, además, uno de mis tíos era de los grande, pero un día lo detuvieron y hoy anda cumpliendo sentencia. Pero a pesar de todo, no creo que mi familia haya sido la que me metió en esto, no es que me hayan llevado, a mí también me gustó, por eso entré”.
A los 12 años “me descarrilé”, detalla, al probar la marihuana, orilándolo a consumir otras drogas más fuertes, a juntarse con amigos que estaban dentro del CO. Sin darse cuenta, dice, ya estaba enlistado.
“Tenía catorce años cuando me uní al cártel, pero no era el más chico, había niños de diez años, once o doce años, pinches morrillos ya andaban con el radio halconeando los huerquillos. Yo les decía que mejor se pusieran a estudiar pero pus también les encantaba estar ahí de halcones. Y al cártel le conviene tener a puro chamaco en sus filas, porque si los llegan a detener, nomás les dan tres o cinco años a lo mucho. Yo he visto a niños de diez años pidiendo entrar al cártel como sicarios, morros que sí se meten a matar, los huerquillos ahí mismo dicen: “Yo quiero matar gente”.
ESTADOS CON MÁS NIÑOS RECLUTADOS POR EL CO, SEGÚN ENCUESTAS DE REINSERTA:
Tamaulipas: 13
Coahuila: 12
Estado de México: 12
Nuevo León: 7
Guerrero:7
Oaxaca: 6
Quintana Roo: N/D